Como empresa buscamos siempre guiarnos por principios firmemente establecidos y compartidos por todos. Dichos principios no se expresan como reglas específicas, sino que describen nuestra forma de actuar y de pensar como empresa, tanto hacia adentro como hacia afuera, del mismo modo en lo institucional como en lo personal.
Si hoy actuamos de una forma que no esté alineada con estos principios buscamos cambiarla para que sí se ajuste a ellos, y cada nueva acción o proyecto debe guiarse por los mismos.
Éstos pueden modificarse con el tiempo, ya que el contexto económico y social es naturalmente cambiante y debemos adaptarnos a él; pero en tal caso se trata de procesos que se cumplen a largo plazo (años).
Las cosas las hacemos replicables y escalables para que el impacto sea el mayor posible. Pensamos en grande y nos gusta sorprendernos por lo lejos que podemos llegar. Para alcanzar metas que hoy parecen inaccesibles, es necesario que nuestros procesos se puedan repetir y que no dependan del conocimiento específico de una sola persona. Cuando alguien encuentra una solución buscamos crear sistemas (de tecnología o de personas) para lograr así, de forma más sencilla, nuestros objetivos.
Hacemos todo como esperamos que lo hicieran con nosotros, con la calidad y eficiencia que nos gustaría. Cuidamos tanto el camino como el destino ya que cada parte de un proceso es igual de importante que el resultado. Buscamos hacer lo mejor, lo más pronto posible, ya sea para atender a un cliente o para realizar una presentación interna.
Somos un equipo. Si cada integrante está bien, el equipo estará bien. Si el equipo está bien, nuestro servicio será de calidad y tendrá un valor agregado. Buscamos generar los espacios y las dinámicas para que las personas dentro de briq.mx puedan desarrollarse plenamente en todos los campos de la vida, además del profesional.
No tiene que ser complicado algo para ser bueno. Mientras más claras las cosas, más fácil entenderlas; mientras más fáciles de entender, mejor se aprovechan. Nuestra experiencia nos ha enseñado que la facilidad es un valor clave para llegar lejos y de manera consistente. No está peleada la facilidad con la calidad, al contrario, es más fácil mejorar la calidad si no se complican de más las cosas, y así resulta más sencillo replicar lo bueno.
Tanto en lo individual como en lo grupal (empresa o equipo), sabemos que ser transparentes es la manera en que se genera confianza, se mejora y aprende en el camino. Somos transparentes hacia nuestros clientes y proveedores, y también internamente como equipo: por eso se vale siempre opinar. La transparencia nos expone a información, y con acceso a la información tomamos mejores decisiones.